'Solo puedo estar desnudo' de Manu Gálvez

09.06.2020

Si me cortas las alas no tendré más remedio que saltar al vacío. La magia de los perfumes es recordar su olor cuando la mierda llena tu nariz. Hoy estoy asustado hasta la médula. La lavadora de mi casa se ha estropeado. La ropa ensucia mi cuerpo y me ducho para dejar de estarlo. Sólo puedo estar desnudo. Miro desde la ventana y la calle se viste de humo y ruido. Debería salir a hacer cosas. Caminar para ver si tropiezo en esas aceras estropeadas. Caer de cara y que me tengan que poner tres puntos en la frente. Ya serían más que los que ha ganado en el último mes el Real Zaragoza. Entrar en librerías para ver que todo el mundo escribe mejor que yo. O que se publican excrementos de hipopótamo aún más grandes de los que yo hago, y que además se venden. Pasear por el mercado de mi barrio y observar que en cada puesto los productos son de una calidad deplorable. Tomates de un rojo decolorado y sangre blanquecina. Pelotas de saliva que las mujeres compran para alimentar a sus hijos. Filetes de ternera que vomitaría un cliente acostumbrado a ir a restaurantes chinos. Pero no hago nada de eso y me quedo en casa. Sigo desnudo y sin nada que ponerme. Tengo hambre, pero mi despensa tiene peor aspecto que mi ropa. Intento distraerme, pero mi escasa biblioteca me la sé de memoria. La he leído tantas veces que podría quemarla para calentarme ahora que llega el frío. Podría ponerme a escribir, pero estos pensamientos sólo dan para estar desnudo, hambriento y descompuesto. Bukowski dijo que si lo que escribes no te sale de las tripas es que no estás haciendo lo correcto. Si es así, creo que lo he conseguido, pero algo me dice que este dolor sólo me será útil cuando lo vomite en forma de pétalos de rosa, alas de mariposa y el pelo y los ojos de mis musas curvilíneas. Sólo me alimento de belleza. Sigo teniendo frío, pero mi piel desnuda arde.

Mi nombre es Manuel Galvez Giral y nací en Zaragoza pero vivo en Madrid desde muy pequeño. Me gusta leer, escribir y correr. Pero nunca las tres a la vez. Soy un hombre. También me gusta la tortilla de patata y la cerveza. Puede que lo que más y el resto de lo escrito haya sido accesorio. Es más, estoy seguro de ello. Un grupo de palabras unidas para dar un poco más de empaque a este humilde aprendiz de disfrutón. Siempre zaragocista. Colaboro escribiendo columnas para El Imparcial, The Citizen, El gol del Cierzo y 8como8o, donde escribo de política, sociedad, fútbol, música o escribo relatos cortos. He participado en las dos antologías de autores aragoneses de Enjambre y he sido finalista del concurso de relatos cortos organizado por la concejalía cultural del barrio de la Guindalera en Madrid. Pronto sacaré mi primera novela en la editorial Bala Perdida.