'Desafiando al viento' de Ana Bustamante
Hubo un tiempo en el que me horrorizaba no saber cómo llenar el silencio y me enredaba en la contaminación acústica de las calles, sometiéndome, de manera voluntaria, a la desorientación encubierta que ofrece el ruido. Sentía la certeza de que ese era el único camino hacia la invulnerabilidad. Avanzaba pisando el asfalto con la música a todo volumen. Los aullidos del aire golpeaban el cristal de mi coche y subía los decibelios del equipo de música para competir con el viento silbante. Pisaba el acelerador a fondo para ser más rápida que esa corriente. Bajaba la ventanilla. Los remolinos rabiosos se fundían con mis rizos encrespados. Los ojos se humedecían por el frío y la emoción. La adrenalina del momento me aportaba una enorme sensación de bienestar. Sentía miedo de aquellos actos temerarios, aunque solo así hallaba la paz. Una paz fugaz que adornaba con gritos de satisfacción y el chirriar de los neumáticos en cada curva cerrada, para evitar de nuevo el vacío del silencio. Y en cada uno de esos giros surgía una nueva oportunidad de encontrar la libertad. Desafiaba al destino volando sobre cuatro ruedas. Imaginaba que me introducía en el ojo de un huracán enfrentándome a la fuerza centrífuga. Tensaba el cinturón de seguridad. Cerraba los ojos. Aceleraba y con el corazón a punto de estallar avanzaba haciendo el mismo recorrido que había memorizado tantas veces. Mi ruidoso mundo cogió un desvío equivocado y dando vueltas de campana dejé de escuchar todo lo que me rodeaba. Hoy camino sobre una silla de cuatro ruedas y apenas alcanzo a sujetar un vaso entre las manos. Mi mundo se ha llenado de silencio y estoy empezando a enamorarme del vacío de una vida que no elegí, pero que me estaba esperando al girar la última curva.

Se define a sí misma como una mujer anormalmente normal. Escribe desde que recuerda. Opina que en Literatura hay tres palabras que han sido, son y serán mágicas y que abren el inicio de muchos cuentos: "Érase una vez...". Escucharlas despierta la imaginación y abren las puertas a diferentes mundos donde todo es posible.
Escribió su primer libro de relatos El deseo viste de verde, publicado en 2018, durante los trayectos de tren de camino a su trabajo. Posee un claro sello de identidad inconfundible en su narrativa que es la constante presencia de los sentidos y su capacidad de explorar el mundo a través de las emociones.
En enero de 2022 ha publicado su libro de relatos Desnudarse del revés en la Editorial Cuarto Centenario.