
'Claveles rotos' de Antonio Mata Huete
Desde la Praça do Imperio la visión dos Jerónimos, recortados sobre el fondo de la noche lisboeta es una visión angélica. Pináculos y arbotantes entremezclados con apuntadas ojivas, carpaneles, crucerías... El pórtico sur, parteluz dorado de luces macilentas, enmarcado en el majestuoso retablo del cántabro João de Castilho, me produce sensaciones ascéticas, mágicas ensoñaciones espiritualistas, poéticos caminos hacia la mística luz de los versos. La noche evoca tiempos tan lejanos... No queda nadie. El murmullo de la fuente, él y yo. Y el silencio. Se han perdido los ecos de la multitud abandonando, a toda prisa, mejor, el recinto. El concierto ha sido... digno del reencuentro. ¿Por qué ha venido? Mis dudas... ¿Vendrá? Se han disipado esta mañana en el aeropuerto. No lo podía creer. Treinta años después... Temía no conocerlo. Pero es inconfundible. Está mas gordo, normal, pero... ¡meninho...! Sigue provocándome las mismas sensaciones que cuando tenía veinte años... Cuando paseábamos de la mano, siempre de la mano, por la Baixa, desde Rossio hasta Comércio, bajo la lluvia, por Correiros o la Prata, pisando y reflejándonos en los charcos, mirándonos como tiernos adolescentes dispuestos a vivir con toda la intensidad del momento, aquella nueva vida que acababa de despertar. 25 de abril. Aquellos claveles rojos que nos prendíamos en el alma, dispuestos para nacer cada día a las nuevas sensaciones de la libertad...
Sus miradas... cómo encendían mi cuerpo hasta abrirlo, en un grito, de par en par a las placenteras sensaciones que me provocaban sus dedos, sus ojos, sus labios, su cuerpo...
- ¿Tienes frío?
- Un poco... ¿Nos tomamos unos pastéis de Belem?, para entrar en calor y... recordar...
- Es muy tarde, seguro que está cerrado, ¿Por qué no vamos al Chiado, al café A Brasileira...?
- No, demasiadas lágrimas, no podría soportarlo otra vez... ¡Vamos a São Jorge...!
Creo que tiembla. Intuye lo que quiero y tiene miedo. Solo de pensarlo, de sentirlo, me vuelvo loca... los fuegos artificiales desde el puente, la música por las calles, los gritos, el olor a vida. ¡Grandola vila morena...! Nos exaltaba. Me exaltaba y erotizaba hasta temblar como una hoja perdida que recoge el viento en las calles y transporta por los tejados hasta el Estuario, hasta el mar hermoso y dulce receptor de todos los sentimientos y sensibilidades...
Estábamos sentados en la muralla del Castelo de São Jorge, cerca de la puerta de Martim Moniz, contemplábamos a nuestros pies toda la ciudad, alborozaba, celebrando su recién estrenada libertad, sus gritos, sus cánticos, su música, sus olores y sus sabores, fluían hacia el cielo de una magnífica noche estrellada, de aquel mítico Abril, con mayúsculas, que cambió nuestras vidas. Estaba sentada en sus rodillas, inclinada hacia las almenas sin perder detalle del jolgorio de la Baixa. Él fumaba y miraba las estrellas, absorto, como si intuyese que todo aquello sólo sería el principio de otra historia, distinta, pero lejana de la revolución por la que habíamos luchado y algunos muerto. Pasó sus manos por mi cintura y estremeció mi cuerpo. Instintivamente acople mi espalda a su pecho y mi cuerpo entre sus piernas. Lo sentí. Dentro, muy dentro. Sin poder resistirlo lancé hacia tras mi cabeza buscando sus labios desesperadamente...
- Sabes que tengo que coger el avión... me esperan en Madrid, mañana por la mañana...
- ¿Quién tu esposa y tus hijos? ¿Vas a decirme que, después de treinta años, has vuelto solo para escuchar un concierto...?
- Era nuestro concierto... nuestra canción.
En el instante en que Eric, Mano Lenta, deslizó los dedos por el mástil del 'violín' sobre los acordes que le ofrecían los chelos, sentí que ese podría volver a ser uno de los últimos días de mi vida. Tanto si tomaba el avión como si no, moriría un poco más, estaba segura. Wonderfull tonight, mi canción, nuestra canción, se elevó por encima del griterío de mil voces, de mil almas, en un éxtasis de nostalgia, como nosotros, tratando de revivir un tiempo, ya perdido, pero reencontrado en las notas, mágicas de un sonido, uno sólo, capaz de hacernos fluir, desde lo mas recóndito de nuestras conciencias hacia otro tiempo maravilloso, casi olvidado por los resquicios de nuestro pasado, roto en mil pedazos, como los cristales de un espejo que nos devuelve cada uno de nuestros sentimientos. Noche maravillosa... de claveles rotos.
Debajo del puente, en el taxi, me ha cogido las manos. Creí que las dirigía hacia otro sitio y me he mojado... he sentido un respingo de placer, intenso, en cada uno de mis poros....

Antonio Mata Huete, Villacañas (Toledo). Poeta, escritor y periodista.
Bibliografía
- Poemario, Ecos del desasosiego, publicado por Los libros del Mississippi, Madrid, Colección Poesía. Mayo de 2020.
- Poemario, Las palabras imposibles, publicada por Izana ediciones, Madrid, Colección Poesía Izana. Enero de 2018.
- Novela, Baccanale. Las otras caras del miedo, publicada por Izana ediciones, Madrid, Colección Narrativa Izana. Diciembre de 2015.
- Novela, Aires de gloria, publicada por Ediciones Alfar SA, Sevilla, Biblioteca de autores contemporáneos, serie narrativa nº31. Septiembre de 2011.
- Poemario Tierra seca, sobre temas manchegos, editado por la Peña La Chamberga, de Villacañas, y el Ilmo. Ayuntamiento de Villacañas (Toledo).
- Libro Villacañas en fotografías. Investigación histórico fotográfica, con tratamiento de imagen, editado por el Ilmo. Ayuntamiento de Villacañas (Toledo).
Premios
- Medalla de oro con distintivo rojo al mérito profesional del Consejo General de Relaciones Industriales y Ciencias del Trabajo. Oviedo 2016.
- Reconocido con el Premio Periodístico 2010 a la labor periodística de la RFEC por la amplia trayectoria profesional y literaria de promoción del mundo rural, la naturaleza y sus valores, con artículos y relatos literarios en publicaciones especializadas.
- Ganador del V Certamen Literario Sancho Panza, con el relato Las tribulaciones de Nacianceno, por -en palabras del jurado− «El magnífico empleo del lenguaje popular, su recuperación, así como de la 'filosofía parda' del famoso Escudero, según se reflejaba en las bases del Certamen». Septiembre de 2007.
- Ganador del I Certamen de Relatos TORCAZ Naturaleza, con el relato La pena negra. Noviembre de 2008.
Autores representados por Arrebol agencia literaria