'Amnesia' de María Guivernau

19.01.2021

Despertó cuando estaba amaneciendo. Tenía la boca pastosa y un ligero regusto amargo. Al incorporarse, el dolor de cabeza atravesó sus sienes y le hizo cerrar de nuevo los ojos. Se sintió mareado. Anduvo hasta el cuarto de baño y se mojó la cara y la nuca con agua fría. Miró su reflejo en el espejo. Ojeras moradas, barba de varios días, pequeñas arrugas. Los ojos azules aparecían tristes. Miró dentro de ellos tratando de buscar algo, tal vez una respuesta, pero solo encontró vacío. Y pena.

Esa pena que le había invadido y amenazaba con no marcharse nunca, incluso cuando, después de haber vaciado alguna que otra botella de bourbon, regresaba a casa tambaleándose y terminaba semiconsciente en el sofá, tirado sobre la deshilachada alfombra del salón o, incluso, abrazado al inodoro.

Ese sufrimiento que le atormentaba desde hacía meses y que le impedía escribir más de dos frases seguidas en la vieja libreta repleta de poemas y relatos antiguos que le recordaban que una vez, en algún instante, su vida estuvo llena de la brillante luz de la inspiración.

No le gustaba recrearse en aquella angustia. A veces se repetía que todo pasaría. Después terminaba riendo a carcajadas, como un demente, sintiéndose un miserable y un incapaz por haberse rendido a la desdicha.

Golpeó el espejo con rabia. Se enrojecieron los nudillos de sus manos.

Caminó hacia la cocina y se sirvió un gran vaso de agua. Se lo bebió con dos analgésicos mientras miraba por la ventana. El día sería gris y ventoso. Lo anunciaban las nubes oscuras que tapaban el cielo y el mar embravecido que chocaba una y otra vez contra el acantilado. Diciembre empezaba a golpear con fuerza.

Volvió a la cama y se detuvo en seco. Había una mujer tendida sobre las sábanas. Desnuda. Trató de hacer memoria, pero su mente nublada no le trajo ningún recuerdo. Se acercó despacio y la observó.

Era hermosa. El cabello negro y despeinado caía sobre su espalda. Con movimiento sigiloso, puso su mano en una de sus piernas para acariciarla. Notó que su piel estaba fría. La tapó con la sábana y el edredón y se agachó frente a su rostro. Había algo extraño en ella. Estaba pálida, con las facciones relajadas. De pronto, horrorizado, comprobó que no sentía su aliento. No respiraba. La giró para ponerla boca arriba. Un destello le cegó. La empuñadura plateada y decorada con piedras verdes asomaba en su pecho y la sangre que se había deslizado hasta su vientre estaba prácticamente seca.

Un puñal. En el corazón. Muerta. ¡Estaba muerta!. No sabía su nombre, no podía reconocerla. Y su recuerdo sólo le devolvió oscuridad, vacío, y unos lejanos acordes de una pieza de Rachmaninov.

¡Era tan bella!

Madrid, 1978.

Máster en Internacionalización del Sector Cultural y Creativo (Universidad Complutense Madrid). Lectora compulsiva, poeta por necesidad vital. Amante del mar y de la música. Hiperactiva, luchadora, transparente, sincera, empática y feminista.

Experiencia en organización de presentaciones de libros y eventos literarios como, por ejemplo, Voix Vives en Toledo, Poemad, La Noche de los Libros y la Feria Del Libro de Madrid, ExPoesía en Soria, así como conciertos de música de autor en locales y salas de Madrid como Galileo Galilei, Clamores, Libertad Ocho y La Fídula.

Participación en festivales de poesía, recitales, tertulias literarias y conciertos.

Publicaciones:

- "Más de Cien Pasos de Baile" (Ed. Saudade 2015 Poesía)

- "Puntos de Sutura" (Ed. Lumen Rosetta Colección Mapoema 2016)

- "Latiendo a Ras de Cielo" (Ed. Huerga & Fierro 2017 Poesía)

Colaboraciones en Antologías:

- "Bis-capacitados", a favor de la Asociación Esperanza de Benamaurel (Granada)

- "Diagnóstico: ¡Adelante!", a favor de AECC.

- "Cantos Para el Viento: Recreación de diez poetas del siglo XX", a favor de la lucha contra el cáncer.