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Dije no. Lo dije muchas veces. Grité no. Reproduzco la escena una y otra vez. Pienso y lloro. Le empujé con mis manos. Llevábamos juntos ocho meses. No sé si éramos novios, pero teníamos una relación y nos veíamos con bastante frecuencia. Recuerdo que tardó más de dos semanas en darme el primer beso. Era tímido y reservado, pero muy...

Y que va a pasar ahora
con este cuerpo metido ya en los sesenta
que todavía quiere que le miren,
que todavía quiere que le toquen.
Qué pasará
con estas ansias de amor,
con este corazón tan vacío,
con estas alas que están sin estrenar.
Qué pasará
con estos ojos, con estas manos,...

Es viernes y el cuerpo lo sabe. La fiesta no ha hecho más que empezar. Me guardo como puedo la tarjeta no VIP en la cartera. Entro a empujones y me precipito hacia la barra. Yo en mi línea. Regla número uno: los últimos no suelen ser nunca los primeros. Así que lucho como experto soldado por hacerme un hueco...

Esta vida no es lineal; al menos en el amplio sentido de la palabra. Dependiendo de la decisión que tomemos en un instante o que nos hagan tomar, así será el devenir de nuestro futuro. Concédanme por lo tanto que no sólo empiece esta historia por el final, sino que a modo de coctelera, la deje salir sin orden ni...

El lago es un espejo azul de acanto,
abrazando a la luz por su cintura,
que ruega al eco abrir la sepultura
para que las aves silben su canto.

Ana Bustamante, nació en Madrid el último día de 1968.
Se define a sí misma como una mujer anormalmente normal. Escribe desde que recuerda.
Opina que en Literatura hay tres palabras que han sido, son y serán mágicas y que abren el inicio de muchos cuentos: “Érase una vez…”. Escucharlas despierta la imaginación y abren las puertas a diferentes...

Tu ropa cuelga del armario
como fruta de un árbol que nadie recoge
y alguien proponer darla
pero yo grito "¡No!",
porque imagínate que un día cualquiera
caminando por esta ciudad nuestra
veo de espaldas a una mujer como tú,
con tu falda morada,
la que compramos en aquel bazar de Estambul...

Otro día más me levanto, me lavo la cara y me visto. Preparo mi mochila y me dirijo a ese infierno que algunos llaman colegio. Allí es donde todo se complica, todo va cuesta abajo. Después de tantos insultos al fin acaban las clases y vuelvo a casa. Escribo todo lo sucedido en mi libreta, día tras día, hoja...